4 árboles que encontrarás en el parque La Mexicana

Un paseo por el parque La Mexicana revela un refugio verde donde los árboles tienen mucho que decir. Más que simples adornos, son parte esencial del equilibrio ecológico de este espacio e invitan a los visitantes a detenerse y apreciar su importancia. Hoy queremos compartir información interesante sobre algunos de ellos, sus características, curiosidades y función ecológica.

Acacia amarilla

Pequeña pero resiliente, la acacia amarilla (Vachellia farnesiana) es conocida por sus flores esféricas y fragantes, que no solo adornan el parque, sino que también atraen insectos polinizadores. Este árbol ayuda a mejorar la fertilidad del suelo al fijar nitrógeno y tiene una larga tradición en la medicina popular y la perfumería, debido a su aceite esencial.  

Foto: Subas Chandra Mahato vía Canva

Aile

El aile (Alnus acuminata), común en áreas húmedas, es un árbol clave en la preservación de cuencas hidrográficas. En La Mexicana, su presencia contribuye a evitar la erosión del suelo y a mantener el equilibrio hídrico. Además, su madera ligera tiene aplicaciones en carpintería, y sus propiedades antimicrobianas lo convierten en un árbol valioso en la tradición medicinal.  

Foto: Whiteway vía Canva

Acacia negra

Con su follaje denso y elegante, la acacia negra (Gleditsia triacanthos) es otra especie que puede encontrarse en este pulmón urbano. Este árbol, originario de regiones cálidas, es conocido por su madera resistente y su capacidad para crecer rápidamente. Además, sus hojas en forma de helecho y sus pequeñas flores blancas son un deleite visual y una fuente de alimento para insectos polinizadores.

Foto: Whiteway vía Canva

Álamo plateado

El álamo plateado (Populus alba), reconocido por el brillo metálico de sus hojas, aporta un toque distintivo al entorno del parque. Originario de Europa y Asia occidental, este árbol es altamente valorado por su capacidad para estabilizar suelos y resistir condiciones adversas. Su rápido crecimiento lo convierte en un aliado ecológico, mientras que su follaje cambiante, que destella entre verdes y plateados, añade dinamismo al paisaje.

Foto: seven75 vía Canva

La próxima vez que recorras el parque, observa con detenimiento a estos gigantes verdes que cuentan historias de adaptación y resiliencia. Son la prueba viviente de que la naturaleza y la ciudad pueden convivir en armonía.