Accesibilidad universal: el objetivo de una sociedad más humana

¿Alguna vez te ha pasado estar en una reunión en donde todas las personas excepto tú pertenecen a un mismo grupo, hablan del mismo tema o experiencias compartidas, y nadie se toma un momento para ponerte en contexto? Es como estar excluido, ¿cierto? Como sentir que no eres parte de ellos, como que no deberías estar ahí. Pues bien, hay muchas personas que se sienten así a diario al no poder leer un letrero informativo, al no poder escuchar una conversación o al no poder acceder caminando a ciertos lugares. Es una realidad que uno de los mayores retos de cualquier sociedad es crear espacios de convivencia que les permitan a todas las personas interactuar desde sus necesidades y preferencias particulares. Por ello, hoy queremos platicarte qué es la accesibilidad universal y de qué manera la podemos implementar en los espacios públicos y caminar hacia una sociedad más incluyente.

Parque La Mexicana

La accesibilidad universal se refiere al diseño de entornos, productos y servicios que puedan ser utilizados por todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas, sensoriales o cognitivas. Esto no se limita únicamente a rampas o señalización en braille, sino que abarca la creación de espacios donde cada individuo se sienta parte activa de la comunidad. Imagina un parque con caminos accesibles para sillas de ruedas, columpios adaptados para niños con discapacidades y señalizaciones claras para personas con dificultades visuales; un lugar así no solo es funcional, sino también humano y equitativo.

Foto: Freepik

Implementar la accesibilidad en espacios públicos no tiene que ser una tarea complicada, pero sí requiere un cambio de perspectiva. Algunas medidas incluyen la instalación de ascensores en edificios, la adaptación de transporte público con plataformas elevadoras, el uso de pisos podotáctiles para personas con discapacidad visual y la incorporación de sistemas de audio en áreas como estaciones de metro. Estas acciones no solo benefician a las personas con discapacidades, sino también a otros grupos, como personas mayores, niños pequeños o quienes llevan carritos de bebé.

Parque La Mexicana

Además, fomentar la accesibilidad también implica sensibilizar a la sociedad. La empatía y la comprensión son fundamentales para generar un cambio real. Pequeñas acciones, como respetar las áreas designadas para personas con discapacidad o estar dispuesto a ayudar cuando alguien lo necesite, pueden marcar una gran diferencia.

La accesibilidad universal no es un lujo, es una necesidad. Al construir espacios pensados para todos, no solo promovemos una mejor calidad de vida, sino que también demostramos que somos una sociedad que valora la inclusión y el respeto por la diversidad. ¡Trabajemos juntos para que nadie se sienta excluido en su día a día!