Desde su concepción, el parque La Mexicana se planteó como un espacio que se integraría armónicamente con su alrededor y cuyo impacto ecológico fuese favorable. Uno de los aspectos más relevantes en ese rubro es el manejo de aguas del parque.
La Ciudad de México enfrenta un reto particular en tema de agua. La creciente demanda de los más de 9 millones de habitantes y periodos de sequía que causan estrés hídrico sobre el Sistema Cutzamala. Esto pone en situación vulnerable a sectores de la población al no haber una filtración y recuperación suficiente.
Si bien es cierto que no podemos predecir al 100% el clima y mucho menos controlarlo, sí está en nuestras manos un manejo prudente del agua.
En condiciones “regulares”, una de las cosas a favor que tiene la ciudad es que su temporada de lluvias abarca entre un tercio y la mitad del año. Desafortunadamente aún son pocos los espacios capaces de captar el agua de lluvia, ya sea para uso humano o para devolverla a los mantos freáticos.
En el parque La Mexicana, implementamos un sistema que aprovecha al máximo el agua de lluvia, se trata de una biozanja que se localiza a lo largo del parque y que conduce el agua captada hasta una cisterna de 24mil metros cúbicos ubicada debajo del lago. Durante la época de estiaje (es decir, sin lluvias), recibimos el líquido vital entubado desde la planta de agua tratada de la ciudad. Su uso en el parque abarca el riego de las múltiples áreas verdes, así como la descarga de los WC. Los únicos lugares en que se utiliza agua potable son los bebederos, lavabos y fuentes.
Esta, entre otras medidas sustentables han hecho de nuestro parque La Mexicana acreedor del Green Flag Award. Puedes leer más al respecto aquí. Te invitamos a que en medida de tus posibilidades, cuides, reutilices el agua y encuentres la manera de llevar este esfuerzo a lo colectivo.