“¿Por qué tengo que seguir las leyes de la selva? ¡No soy un lobo!”
Preguntó Mowgli
“Porque aquí, en la selva, somos una familia. Los lobos, los osos, las panteras… incluso tú, hombrecito. Pero solo sobrevives si aprendes a vivir como nosotros, a respetar el equilibrio.”
Respondió Baloo
Adaptación de El libro de la selva, de Rudyard Kipling
La importancia de los animales, por supuesto, tiene que ver con su papel en cada ecosistema y en los ciclos mismos que componen la vida en una región. Incluso tienen un lugar fuera de lo tangible, en el imaginario y mitología de cada cultura humana, pues simplemente no puede entenderse el planeta Tierra sin ellos.
Documentos tan antiguos como la biblia y jeroglíficos egipcios los incluyen entre su contenido, con atributos a veces divinos. En el México prehispánico, se tenía la creencia que si alguien había sido bueno en vida con los perros, un animal de dicha especie le aguardaba después de la muerte para guiarle al Mictlán.
Actualmente contamos con legislación no sólo para su protección sino también para su trato ético. Lo más común es dividir a los animales en tres grupos: los que amamos por su compañía o su belleza, los que nos desagradan por ser venenosos o por transmitir enfermedades y los que consumimos. Un buen ejercicio para valorarlos es ver más allá de estas categorías y simplemente respetar la vida, sin pensar que la naturaleza debe obedecer al orden humano.
San Francisco de Asís decía que “todas las criaturas de Dios deben ser tratadas como hermanos” y, en honor a él, se eligió el 4 de octubre como el Día Mundial de los Animales, un recordatorio de que toda la vida tiene valor.
En el Parque La Mexicana creemos en el valor de la vida independientemente de la especie animal y orgullosamente servimos de refugio para algunas especies de aves migratorias que transitan por nuestra ciudad. Te invitamos a dar un paseo por el parque y observar su belleza, incluso puedes traer a tu perro, siempre apegado a las reglas del parque.