El 5 de septiembre es una fecha clave para celebrar a las mujeres indígenas, no solo por estar señalada en el calendario. Esta conmemoración remonta a 1983, un encuentro en Tiahuanaco, Bolivia, donde se decidió honrar la valentía de Bartolina Sisa, una guerrera aymara que luchó contra la opresión colonial. Su historia, trágica y poderosa, nos recuerda la fuerza de todas las mujeres indígenas que han enfrentado y siguen enfrentando adversidades en su vida diaria.
Las mujeres indígenas son auténticas guardianas de su cultura y tradiciones. Sin embargo, a menudo se enfrentan a obstáculos enormes: desde la falta de acceso a educación y salud, hasta la violencia y discriminación. Esto no solo limita sus oportunidades, sino que también perpetúa un ciclo de pobreza y marginación. Es triste pensar que, a pesar de su papel crucial en sus comunidades, muchas de ellas no tienen voz en la política o en decisiones que afectan su vida.
A nivel internacional, hay documentos como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas que buscan proteger estos derechos. Aunque no son leyes estrictas, son un paso hacia el reconocimiento y respeto que merecen. Además, en 2019, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) instó a que se priorice el acceso de las mujeres indígenas a sus derechos, resaltando la urgencia de eliminar la violencia y fomentar su participación en la sociedad.
En México, es vital defender los derechos de estas mujeres. Si enfrentan agresiones o violaciones a sus derechos, existen instituciones como el DIF y la CNDH donde pueden buscar ayuda. La lucha por la igualdad y el respeto a sus derechos no es solo una cuestión de justicia, sino un paso hacia un futuro más inclusivo para todos. ¡Celebremos y apoyemos a las mujeres indígenas hoy y siempre!
Fuente: https://www.cndh.org.mx/noticia/dia-internacional-de-la-mujer-indigena-0