¿Te ha sucedido que tras un día muy ocupado llegas a la cama por un merecido descanso y no puedes dormir? Las pantallas y la luz artificial pueden ser los culpables.
Durante siglos, los humanos estuvimos ligados a la naturaleza del mismo modo que la mayoría de los animales, con un ciclo de sueño que obedecía la necesidad de aprovechar al máximo la luz solar y que en realidad era bastante distinto al moderno, pues incluía dos fases de sueño.
Al ponerse el sol, la gente solía recostarse y dormir “el primer sueño” de unas tres o cuatro horas, seguido de un par de horas en la noche que podían aprovechar para labores domésticas ligeras, socializar, leer, orar o meditar y a continuación, dormían de nuevo hasta el amanecer.
Posteriormente, con la aparición de la luz artificial, los ciclos circadianos cambiaron gradualmente hasta lo que tenemos actualmente, un sueño largo de 7-8 horas que se adapta más bien a una jornada laboral.
La naturaleza y el sueño
Sin embargo, para personas que sufren de trastornos del sueño, visitar espacios naturales o parques como La Mexicana puede ser una excelente manera de regular el ritmo circadiano y mejorar la calidad de descanso. La exposición a la luz natural durante el día es clave para mantener un ciclo de sueño saludable, y los espacios verdes ofrecen un entorno ideal para recibir esa luz de manera equilibrada.
Pasar tiempo al aire libre, especialmente en la mañana, permite que el cuerpo absorba luz solar y regule la producción de melatonina (la hormona del sueño). Esto ayuda a sincronizar el reloj biológico, favoreciendo la vigilia durante el día y el descanso por la noche.
Por otro lado, realizar actividad física en espacios donde podamos estar en contacto con la naturaleza contribuye a disminuir los niveles de cortisol, producir endorfinas y propiciar un mejor descanso en la noche.
Te invitamos a visitar regularmente La Mexicana, el parque de todos, y a disfrutar de todas las actividades que aquí puedes realizar para mejorar tu salud física y mental.
