Cada 20 de noviembre celebramos el aniversario de la Revolución Mexicana, un conflicto que moldearía el rumbo de nuestro país y daría paso a la transición desde la dictadura hacia una democracia sin reelección.
Fueron muchos los caudillos que protagonizaron dicha época y, lamentablemente, también muchas las bajas en la población. No puede entenderse el México moderno sin este episodio histórico y son varios los aspectos particulares que lo marcaron, hoy hablaremos de algunos de ellos.
Documentación visual
La Revolución Mexicana fue uno de los primeros conflictos armados que fue documentado fotográficamente y en filme. El invaluable registro de periodistas y fotógrafos como Agustín Víctor Casasola nos permite echar un vistazo que vale más que mil palabras, desde una multitud de combatientes entrando a caballo a un poblado, hasta las “adelitas” con comida y armas en un tren o los propios Villa y Zapata sentados en la silla presidencial.
Por otro lado, Pancho Villa llegó a un acuerdo con la productora estadounidense Mutual Film Corporation para grabar dos películas: La batalla de Ojinaga y La vida del General Villa. Sin embargo, el material de la primera, al ser tomado durante el encuentro armado, no resultó en algo útil y la segunda, estrenada en 1914 en Nueva York se ha perdido, se considera que al perder relevancia el cine mudo, el filme fue quemado para recuperar la plata en él, una práctica común en la época.
Las adelitas
En la Revolución Mexicana hubo mujeres con roles activos, las llamadas “adelitas” o soldaderas. Ellas participaron de diferentes modos, algunas tomaron directamente las armas, haciéndose pasar por hombres en un inicio, también transportaban armamento y municiones de contrabando, hacían labores de espionaje e incluso cuidaban y alimentaban a los heridos de la tropa. Su participación desafió los estereotipos de género de aquel entonces con tremendo valor y resiliencia.
Los corridos
La memoria popular de la Revolución fue plasmada en los corridos, con una estructura musical simple y letras que enaltecen o se burlan de personajes históricos, relatan desde el punto de vista del pueblo el conflicto y hasta incluyen al amor como uno de sus temas, de hecho, por el famoso corrido La Adelita es que se le llama así a las soldaderas. Esta forma musical también ha evolucionado y se mantiene vigente, principalmente en el norte.
Y tú, ¿conocías estos datos históricos?