Las palomitas de maíz: su origen y por qué las comemos en el cine

Las palomitas de maíz son un snack inseparable de la experiencia cinematográfica, pero su historia se remonta a mucho antes de la invención del cine. Originarias de Mesoamérica, las palomitas tienen un trasfondo cultural y gastronómico que las ha convertido en uno de los aperitivos más populares en todo el mundo. ¿Cómo pasaron de ser un alimento básico en civilizaciones prehispánicas a un símbolo del entretenimiento moderno?

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El origen mesoamericano del maíz palomero

El maíz es una de las principales aportaciones de Mesoamérica al mundo. Fue domesticado hace más de 9,000 años en lo que hoy es México, y con el tiempo se desarrollaron distintas variedades. Entre ellas, el maíz palomero se destacó por su capacidad de explotar al calentarse, convirtiéndose en un alimento versátil y de fácil consumo.

Los pueblos indígenas de México y América Central conocían este fenómeno y utilizaban las palomitas en ceremonias religiosas, como ofrendas a los dioses o incluso como adornos en tocados y collares. Se han encontrado restos de maíz palomero en excavaciones arqueológicas de más de 5,000 años de antigüedad en cuevas de la región de Oaxaca, lo que demuestra su importancia en la cultura prehispánica.

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¿Cómo llegaron las palomitas al cine?

Con la llegada de los europeos a América, el maíz se extendió por el mundo, pero las palomitas siguieron siendo un alimento principalmente consumido en el continente americano. En el siglo XIX, con la invención de la máquina de hacer palomitas por Charles Cretors en 1885, su popularidad creció rápidamente, especialmente en ferias y eventos públicos en Estados Unidos.

A inicios del siglo XX, el cine comenzó a consolidarse como una forma de entretenimiento masivo. En un principio, los dueños de los cines evitaban la venta de palomitas, ya que temían que ensuciaran sus lujosas alfombras y butacas. Sin embargo, durante la Gran Depresión, los vendedores ambulantes aprovecharon la oportunidad para ofrecer este snack barato y fácil de preparar fuera de los cines, atrayendo a los espectadores. Con el tiempo, los dueños de salas de cine comprendieron que podían obtener grandes ganancias vendiéndolas dentro de sus establecimientos y, para la década de 1940, las palomitas de maíz ya eran un elemento esencial de la experiencia cinematográfica.

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Diferentes nombres y formas de consumo

Las palomitas de maíz reciben distintos nombres; en México y Guatemala se les llama «palomitas», en Argentina «pochoclo», en Colombia «crispetas», en Venezuela «cotufas» y en España «popcorn» o «roscas». Su preparación puede variar por país, con sabores dulces, salados o incluso picantes.

En el parque La Mexicana, disfrutar de un picnic al aire libre con palomitas mientras se contempla la naturaleza es una excelente alternativa para una tarde de relajación. Esta botana ancestral sigue vigente, evolucionando sin perder su esencia. ¿Y tú, cómo prefieres disfrutar tus palomitas?

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