La vida en las grandes ciudades tiene incontables beneficios, como el acceso a servicios de salud más completos, escuelas competitivas, mayor oferta de productos y amenidades y entretenimiento mucho más variado. Sin embargo, este estilo de vida viene también con ciertas desventajas; y una de ellas es la evidente separación que tenemos de los ambientes naturales, así como el ruido y la contaminación. Por ello, cada día más, los parques tienen una mayor importancia y necesidad para los habitantes de una ciudad, ya que son pocos los espacios que quedan para disfrutar de la naturaleza.
Y para que vayas diseñando un itinerario para visitarlos todos, te contamos aquí sobre los 5 parques más emblemáticos de la Ciudad de México.
- Parque Cuitláhuac: ¡desde Iztapalapa para el mundo!
Ubicado en una de las zonas más bullentes de la CDMX, el enorme Parque Ecológico Cuitláhuac es una maravilla de la ingeniería medioambiental, ya que está construido sobre botellas de PET en un antiguo vertedero al norte de Santa Cruz Meyehualco, uno de los 15 pueblos originarios de Iztapalapa. Además, tiene una capa de escombros recuperados del sismo de 2017 y actualmente utiliza desechos plásticos para transformarlos en bancos, faroles y caminos. En sus 145 hectáreas de extensión, los visitantes pueden encontrar todo tipo de actividades recreativas, como un parque acuático, go-karts, un skate park, juegos para niños ¡y mucho más!
2. Parque Masayoshi Ohira: un viaje al ancestral país nipón
Este parque diseñado al estilo de los tradicionales jardines japoneses es uno de los sitios más emblemáticos y significativos de la ciudad. Fue construido en 1942 y nombrado como Parque de la Pagoda, y simboliza la amistad entre ambos países. A pesar de haber sufrido algunos incidentes, como la quema de la pagoda, sus vecinos lo han seguido cuidando y ha sido remodelado en varias ocasiones por la Asociación Mexicano-Japonesa. Además, cuenta con flora originaria de Japón como cerezos, maples, peonias y ciruelos. Sin duda un lugar ideal para tomar el té.
3. Parque Hundido: el lugar para ver la hora en flores
Este hermoso pulmón verde de la ciudad obtuvo su “apodo” (el nombre oficial es Parque Luis Gonzaga Urbina) en honor a los antiguos arrendatarios del predio: la Compañía Ladrillera de la Noche buena, pues al haberse retirado, la arcilla utilizada para los ladrillos no pudo ser restituida e hizo que el parque quedara “hundido”. Por otro lado, además de ser el hogar del reloj de flores más grande de México, alberga una colección abierta de hallazgos arqueológicos pertenecientes a las culturas zapoteca, maya, olmeca, totonaca y huasteca. Y, por si fuera poco, además de ser una escapada natural y cultural, es un punto de reunión para ciclistas que se han reunido ahí cada semana ¡los últimos 50 años!
4. Parque México: el más chic de los parques
El Parque México es uno de los sitios de mayor socialización de la Ciudad de México; ahí se juntan los ciclistas, las parejitas, los turistas, las familias y, por supuesto, los amantes de las mascotas, ya que es un punto de encuentro para rescatistas que llevan a perros y gatos para su adopción. Y no podría ser de otra manera, puesto que el espacio fue diseñado por el gran pintor mexicano José Luis Cuevas, lo que le da un toque de armonía y estética sumamente disfrutable. Uno de los espacios más reconocidos es el Foro Lindbergh, con un estilo art deco, su anfiteatro y su fuente, que tiene la escultura de una mujer cargando dos vasijas. Este artístico parque es una verdadera joya para una de las ciudades más creativas del mundo.
5. Parque La Mexicana: el oasis de la zona corporativa más importante de la ciudad
Nuestro querido parque destaca, entre muchas otras razones, por ser el rincón de paz en una de las zonas más ajetreadas de la ciudad: Santa Fe. Cuenta con una oferta amplísima de actividades para todos los tipos de visitantes: pista para correr, ciclopista, juegos infantiles, parque canino, terraza gourmet, anfiteatro, etc. Además, está adaptado para personas con discapacidad y numerosas bancas para que los adultos mayores disfruten del paisaje. Por otro lado, tiene un sistema de recolección de agua pluvial que utiliza para riego y los baños. Este oasis citadino es perfecto para despejarse del ruido.