En una época y país donde el principal deporte era una agresiva mezcla de rugby y futbol, el doctor James Naismith decidió crear un deporte de poco impacto físico, en el que la habilidad y velocidad fueran más importantes que la fuerza y que además pudiera jugarse en interiores durante los fríos inviernos.
Naismith, que era profesor de educación física de la YMCA en Springfield, Massachusetts, comenzó por plantear 13 reglas básicas, algunas de las cuales eran muy distintas a las que hoy en día aplican al deporte. Por ejemplo, botar el balón no se incorporó hasta años después, estaba prohibido correr con él. Otras, como la altura oficial de la canasta, no cambiaron, aunque originalmente se utilizaron cestas de duraznos para tal propósito.
Su evolución ha sido constante desde 1891, año en que nació el ahora conocido como el “deporte ráfaga”, de hecho, una particularidad del basketball es que el reglamento se revisa y se adapta periódicamente. Un ejemplo de esto son las revisiones tipo VAR que se han implementado e incluso la construcción de los tableros, que fue reforzada tras múltiples casos de ruptura a cargo del enorme y furioso Shaquille O’neal.
Cualquiera que haya vivido la década de los 90s recuerda la enorme popularidad que el baloncesto tenía durante la era de Michael Jordan, quien cuenta a la fecha con el récord de más partidos consecutivos con al menos una anotación, una impresionante serie de 866 juegos. Un par de récords más recientes se los lleva LeBron James, al superar el año pasado a Wilt Chamberlain como máximo anotador en la historia de la NBA y al ser el primer jugador en tener de compañero de equipo a su propio hijo, sin duda, un orgullo familiar.
En el parque La Mexicana contamos con canchas en las que puedes practicar este ágil e intenso deporte, ¡te invitamos a disfrutarlas con tus amigos o familiares!