“El agua es vida” es una frase que escuchamos y repetimos constantemente. Pero solo hace falta que olvidemos unos días una cubeta con agua en temporada de calor para darnos cuenta de lo real que es; de pronto vemos mosquitos, algas y demás bichitos que comienzan a aparecer en nuestro patio. Cuando somos observadores, indudablemente nos percatamos de la enorme cadena de vida que se genera alrededor del agua: plantas, insectos, micro y macrorganismos pueblan el planeta Tierra y todos somos parte de ella. Sin embargo, en los ya no tan recientes años hemos visto cómo este ciclo orgánico ha ido decayendo cada vez más vertiginosamente… ¿te imaginas un mundo sin agua?
Los humedales son ecosistemas de transición que se encuentran entre lo acuático y lo terrestre, es decir, son de baja profundidad y regularmente están en llanuras inundadas cercanas a cursos de agua como ríos y lagos. Estas zonas son sumamente interesantes en cuanto a biodiversidad, ya que en ellas habitan plantas, animales y microrganismos adaptados al ir y venir del agua, ya que esta puede inundarse en épocas de lluvias y secarse en temporada de calor.
Debido a su baja profundidad, estas fuentes de biodiversidad son especialmente vulnerables ante el cambio climático, ya que el incremento de la temperatura hace que, o desaparezcan o que el regreso del agua sea más espaciado y que toda la flora y fauna que de ello depende deje de existir. La vida en sí misma, ya lo hemos visto, es una cadena inseparable y la muerte de un elemento hace que todos los demás se vean en peligro.
Por esta razón, a continuación, te compartimos 5 medidas que puedes llevar a cabo para proteger y cuidar estos valiosos ecosistemas:
- Deposita siempre tu basura en los contenedores adecuados y si ves alguna en el piso, ¡recógela también! Recuerda que en La Mexicana contamos con contenedores específicos para cada tipo de desecho.
- Respeta a los animales y plantas que viven en el humedal, incluso aquellos que te pueden resultar incómodos como las arañas o las abejas: todos son indispensables para la vida del planeta.
- No introduzcas especies exóticas. En ocasiones, por querer hacer un bien, causamos un mal, ya que poner especies ajenas a la vida natural de un humedal puede causar desequilibrios y afectar a otros animales.
- Mantén los flujos de agua que entran y salen del humedal, ya que el libre acceso del agua es tan importante como el cuerpo de agua en sí. Cualquier bloqueo puede generar que desvíe el agua y el humedal deje de formarse.
- Infórmate y comparte tu conocimiento con las personas cercanas a ti, solo así lograremos que esta información llegue a más personas y genere mayor consciencia ecológica.
Si este artículo te inspiró a apreciar más nuestros valiosos cuerpos de agua, ¡no olvides visitar a los habitantes emplumados de nuestro parque!
