No cabe la menor duda de que hoy en día nuestros peludos están totalmente integrados a nuestra vida: nos acompañan, comen, duermen y hasta vacacionan con nosotros. Sin embargo, la integración a la sociedad en general tiene todavía muchas mejoras por hacer, las cuales se pueden subsanar al entender mejor la naturaleza de los perros y, sobre todo, al ser más empáticos con los otros tutores. Por esta razón, y para ayudarte a navegar mejor en el mundo de los caninos, acá te contamos en qué consiste el código de colores de correas para perros.

Primero un poco de historia. En 2012, nació The Yellow Dog Project, una organización sin fines de lucro que instó a los propietarios de perros nerviosos o que por su carácter no les gusta que se acerquen extraños, a poner en la correa de su perro un listón amarillo para indicarles a las demás personas que no deben acercarse ni tocar a ese perro. Esta simple acción estaba enfocada en generar conciencia sobre la importancia de siempre preguntar al dueño si es seguro o no acercarse a su lomito.

Más adelante, la empresa Friendly Dog Collars creó un sistema más amplio de colores para identificar la situación de cada perro: si es reactivo, temeroso, en entrenamiento, o incluso si es un perro de servicio. Pero OJO, esto no quiere decir que algunos de estos perros sean agresivos, simplemente significa que son perros que requieren de más espacio para sentirse seguros y así prevenir accidentes.

A continuación, te presentamos el código de colores de perritos:
- Rojo: este color indica precaución, es decir, que no debes acercarte, ni acercar a tu perro.
- Naranja: estos lomitos se sienten agusto con personas, más no con otros perros.
- Amarillo: significa que el perro es nervioso y necesita de más tiempo para interactuar con otras personas o perros.
- Verde: ¡acércate! A este lomito le encantan los mimos.
- Azul: en entrenamiento o de servicio. Entrenar a un perro es muy difícil y el dueño de este perrito está haciendo su máximo esfuerzo, ayúdalo y procura no excitar demasiado a su lomito para no arruinar su proceso de aprendizaje.
- Blanco: estos perritos tienen alguna discapacidad.
- Morado: ¡no alimentes a ese lomito! Te podría costar uno o dos dedos…

Debemos ser conscientes de que las ciudades humanas no son el espacio natural de nuestros lomitos, y en muchas ocasiones les cuesta trabajo entender y aplicar las reglas de los humanos. Por ello, debemos ayudarlos y respetar su personalidad y sus necesidades, por lo que con este código de colores les podemos hacer la vida más sencilla. Pero eso sí… ¡recuerda siempre preguntar al dueño del perrito si puedes acercarte, es tu obligación!
¿Ya sabes qué color le queda a tu peludo?
