Rituales y supersticiones para el Año Nuevo

Con el fin del año y la llegada de otro nuevo, inevitablemente surgen reflexiones sobre cerrar ciclos, dar la bienvenida a lo inédito y proyectar lo que queremos para el futuro. Muchas culturas adoptan rituales para manifestar prosperidad y, más que poseer un efecto mágico que resuelva la vida, son recordatorios de que nuestros objetivos y su éxito dependen de nosotros mismos. A continuación algunos rituales y supersticiones para el Año Nuevo en México y el mundo.

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Comer 12 uvas a las 12 de la noche

Idealmente, cada uva representa un deseo o propósito para cada mes del nuevo año. Hay que tomarlas con calma y no atragantarse al comerlas en el último minuto de la Nochevieja. La moraleja es dividir nuestro esfuerzo y motivación en porciones alcanzables para que nos duren todo el año.

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Ropa interior de colores

La tradición dice que usar ropa interior roja atraerá al amor durante el año, mientras que la amarilla al dinero. Sobre el uso de otros colores, suele variar el significado que se les da, pero la dinámica es la misma: llevar cercana una intención que no necesariamente ve alguien más.

Barrer

Barrer la casa en dirección a la puerta principal y hasta afuera simboliza limpiar de energías negativas que se hayan acumulado en el año y comenzar el nuevo ciclo con una suerte de “karma limpio”.

Salir con maletas a dar una vuelta

Ya sea a la esquina y de regreso o una vuelta entera a la cuadra, esto supondría la intención de que haya muchos viajes y paseos en los próximos 12 meses.

Regalar o colgar un borreguito en la puerta

Esto representa que “entre lana” a nuestra casa. Del mismo modo, el regalar a algún familiar o amigo una figurita de borrego simboliza compartir la abundancia.

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Tocar a la puerta con pan

En Irlanda se acostumbra salir a tocar la puerta de casas vecinas con pan, lo que mantendría alejadas temporadas de hambruna o escasez.

La “quema de monos”

En el norte de Chile se fabrican figuras grandes de papel reciclado que simbolizan las malas experiencias del año para posteriormente prenderles fuego. Este acto catártico también tiene similares en otros lugares, donde se queman papeles con una lista de penas, fracasos o momentos desagradables que se busca dejar ir. En México existen dos variantes: en algunas regiones, se queman figuras de diablo, una forma no religiosa de desprenderse del pecado. En otras, se incineran muñecos en forma de viejo repletos de pirotecnia, mismos que representan el año que se termina.

Cebollas en la puerta

Existe la costumbre griega (conocida como Kremmida) de colgar cebollas en la puerta de la casa, puesto que para ellos representa el renacer y crecer a lo largo del año.

Shot de ceniza

En Rusia, hay quienes escriben un deseo en un trozo de papel que ha de ser quemado. Posteriormente, sus cenizas se colocan en una copa de champagne y se beben. Esto buscaría que dicho deseo se vuelva realidad.

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108, no 12 campanadas

En Japón se hacen sonar 108 campanadas desde los templos como una manera de purificar los deseos mundanos. El número es porque en cierta tradición budista se cree que el ser humano posee 108 defectos o pasiones mundanas. Las campanadas supuestamente protegen durante el año nuevo a quienes las escuchan pacientemente.